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lunes, 26 de diciembre de 2011

Una Transacción que Hace el Reino Personal

Por John MacArthur.

y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo. Mateo 13:44

Algunos creyentes se sienten incómodos con estas parábolas, pensando que enseñan que la salvación se puede comprar. Pero la Escritura enseña que la salvación es totalmente gratuita siempre.

La salvación es "comprada" sólo en el sentido de que uno confía en Jesús como Señor y Salvador y entrega todo a Él. El tesoro y la perla ilustran la transacción espiritual de la rendición. En la salvación cambiamos lo nuevo por lo viejo.

Isaías 55:1 describe la salvación como un regalo de Dios, sin embargo, se refiere a la compra de: "A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche." Al igual que en las dos parábolas, el pecador renuncia a todas las cosas sin valor e inútiles que él o ella tiene al recibir todas las riquezas invaluables del Reino. Por lo tanto, esto no representa una compra de la salvación, porque para Dios esto es totalmente inaceptable (Isa. 64:6).

Sin renunciar a todo, las acciones de fe de las personas carecen de sentido (Mat. 19:16-22). Jesús declaró: " El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará. " (Mat.10:39). Nuestro Señor también dijo: " Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. " (Mat. 16:24).

Cuando nos confrontamos con el verdadero evangelio, la mayoría de la gente no hace un inventario de todas sus pertenencias para ver si vale la pena seguir a Jesús, si está dispuesta a pagar el precio. (Lucas14:28-33). Cuando uno ve el infinito valor de las riquezas de Su reino, simplemente cede a Él, entregando todo lo que tiene y lo sigue fielmente.

Pregúntese

¿Esta usted guardando algo a Dios en su servicio a Él, esperando que Dios no le pida eliminarlo de su vida? 
Si el Espíritu lo ha hecho consciente de que tiene un hábito, una actividad, o una posesión que está impidiendo una libre comunión con Él, ponga su confianza y seguridad sólo en Él. Dios será más que suficiente, y será un reemplazo bendito.

Tomado de Daily Readings from the Life of Christ, Vol. 1, John MacArthur. Copyright © 2008.

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