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jueves, 27 de agosto de 2015

Irreprensible


Hace veinte años atrás leí unas cuantas líneas en las noticias, que quedaron grabadas en mi mente desde ese entonces. El equipo de basquetbol de los Bulldogs de la Preparatoria del condado de Rockdale, en Conyers, Georgia, ganó su primer campeonato estatal en su historia en Marzo de 1987, arrollando a todos sus adversarios.

Después de dieciocho años de estar como entrenador del equipo sin alcanzar un campeonato, el entrenador Cleveland Stroud no cabía de emoción.

Pero unas cuantas semanas después del juego del campeonato, el entrenador Stroud estaba haciendo una revisión rutinaria de las calificaciones de sus jugadores, cuando descubrió que uno de sus jugadores de tercer equipo, había reprobado algunas materias y de esta manera, el jugador estaba académicamente descalificado para estar en el equipo de basquetbol.

El alumno que estaba teniendo problemas con sus estudios, en ninguna manera fue un factor decisivo en la victoria del equipo. Era un jugador que tenía pocos meses en el equipo y usaba el uniforme en los juegos pero no había jugado de manera regular en toda la temporada. No obstante, durante uno de los partidos de semifinales, cuando el equipo llevaba la ventaja por más de 20 puntos, el entrenador Stroud quizo darle la oportunidad de participar a todo jugador. Había colocado a ese jugador en el partido por menos de 45 segundos. El joven descalificado no había ganado puntos para el equipo. Su participación no había afectado en manera alguna el resultado del partido. Pero desde el punto de vista técnico, era una violación de los requisitos establecidos por el estado.

viernes, 21 de agosto de 2015

¿A quién deseas seguir?

Por John MacArthur




Una mirada por el paisaje evangélico de hoy en día ofrece una amplia variedad de modelos y estilos de liderazgo: los empresarios, los reyes, las estrellas de rock, los oradores motivacionales, los psicólogos de sillón y los monjes modernos. Usted tendría que buscar con mucho más detenimiento para encontrar a un simple siervo.


El punto de vista de Cristo sobre el liderazgo está visiblemente fuera de sintonía con la sabiduría convencional de nuestra época: "Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos"(Mateo 20:25-28).